El handball es un deporte emocionante que requiere una combinación de habilidades físicas y estratégicas. Uno de los aspectos más importantes del juego es el pase, que puede ser utilizado para avanzar la pelota y crear oportunidades de gol. Hay tres tipos principales de pases en handball: el pase de pecho, el pase picado y el pase de béisbol. Cada uno tiene su propia técnica y propósito específico en el juego. En este artículo, exploraremos los detalles de cada tipo de pase y cómo se pueden utilizar para mejorar tu juego de handball.
¿Qué tipos de pases se utilizan en handball?
En handball se utilizan dos tipos de pases principales: el pase directo y el pase por bote. El pase directo se realiza sin dar botes al balón y puede ser de pecho, picado o por encima de la cabeza. El pase por bote se realiza dando uno o varios botes al balón antes de pasarlo y puede ser también de diferentes tipos. Además, también se utilizan otros tipos de pases más especializados como el pase de cuchara o el pase en suspensión. Cada tipo de pase tiene sus propias ventajas y se utiliza en diferentes situaciones del juego.
¿Cuáles son los diferentes pases en handball?
En handball, existen tres tipos de pases principales: el pase de pecho, el pase de béisbol y el pase picado. El pase de pecho se realiza con las dos manos al frente del cuerpo. El pase de béisbol se realiza con una mano detrás del cuerpo y la otra delante. El pase picado se utiliza para sorprender al oponente y se realiza con un golpe en el suelo antes de lanzar el balón. Además, también se pueden realizar pases con el pie (conocidos como «pataditas») y pases con el hombro (conocidos como «hombrazos»).
Para aquellos interesados en conocer los tres tipos de pases en handball, es importante destacar que el pase de pecho, el pase picado y el pase por encima de la cabeza son los más utilizados. Cada uno de ellos tiene sus propias ventajas y se utilizan en diferentes situaciones del juego. Para mejorar las habilidades en este deporte, es recomendable practicar cada uno de ellos y dominar su correcta ejecución. Recuerda que la práctica y la constancia son clave para convertirse en un jugador experto. ¡A entrenar!